lunes, 9 de mayo de 2005

El tarro de mayonesa y el café ...

De una gran amiga que me ha enviado por correo un texto que no tiene desperdicio. Me gustaría saber quién lo escribió ...

Un profesor, al empezar su clase de Filosofía, cogió silenciosamente un enorme tarro de mayonesa vacío y empezó a llenarlo con bolas de golf.

Entonces preguntó a los estudiantes si el tarro estaba lleno, y todos contestaron que sí. A continuación, el profesor sacó una caja de piedrecitas y las echó en el recipiente. Agitó el envase lentamente y las pequeñas piedras rodaron entre los espacios que habían dejado las bolas de golf.

De nuevo, el profesor preguntó a los estudiantes si estaba repleto. Ellos dijeron que sí. Después, el profesor tomó una caja de arena y la vació en el bote. Lógicamente, la arena rellenó el resto del espacio. Entonces preguntó, una vez más, si el tarro estaba lleno.

Los estudiantes contestaron con un "sí" unánime. A continuación, el profesor sacó dos tazas de café de debajo de la mesa y las volcó en el recipiente, rellenando totalmente el espacio entre la arena.

Los estudiantes, asombrados, empezaron a reírse.

"Ahora -dijo el profesor mientras las risas amainaban-, quiero que penséis que este tarro representa vuestra vida. Las bolas de golf son las cosas importantes: vuestra familia, los hijos, la salud, Dios, los amigos y hobbies favoritos. Cosas que, si todo lo demás desapareciera, permanecerían y llenarían aún vuestra existencia.

Las piedrecitas son las otras cosas que importan, como vuestra casa, el trabajo o el coche. La arena es todo lo demás, es decir, los pequeños asuntos".

Y añadió: "Si ponéis primero la arena en el tarro, no quedará espacio para las piedrecitas o para las bolas de golf. Lo mismo ocurre en la vida. Si malgastáis las energías con tonterías, nunca tendréis tiempo que dedicar a las cosas importantes. Prestad atención a lo que es fundamental para vuestra felicidad. Jugad con los niños, sacad tiempo para realizar chequeos médicos, llevad a vuestra pareja a cenar, jugar otros 18 hoyos… Siempre habrá
ocasión para limpiar la casa y ordenar.

En primer lugar, cuidad las bolas de golf, las cosas que realmente importan. Estableced vuestras prioridades. El resto es sólo arena".

Entonces, una de las estudiantes levantó la mano y le preguntó qué representaba el café. El profesor sonrió. "Me alegro de que me lo hayas preguntado. Sólo quería demostrar que, por muy completa que parezca tu vida, siempre hay tiempo para tomar una taza de café con un buen amigo".

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Es curioso cómo, a veces, nos empeñamos en dar vueltas alrededor de las pequeñas cosas, que son importantes, pero olvidamos lo primordial. Las personas... porque son las que mueven el mundo y las que mayores satisfacciones nos pueden proporcionar.
Sol de Móstoles

YOYAYOYYAYA dijo...

Muy interesante las comparaciones, aunque por desgracia tenemos que ir llenando el tarro con cosas como el coche o la casa ( cosas al fin y al cabo que se quedarán aquí cuando nosotros no estemos o quizás se vayan antes que nosotros ). Aunque nos queramos tenemos que ir metiendo estas cosas en nuestras vidas. Bueno siempre nos quedará la montaña o París

YOYAYOYYAYA dijo...

¿ Me das tu permiso para publicar el texto en mi blog ?

Un Betano en Tierra Extraña dijo...

Por supuesto.

Espero que quien inventó esta parábola no se moleste ... que por otro lado sigo sin saber quién es ...

Es cierto, que necesitamos para vivir un techo bajo el que cobijarnos, lo del coche puede llegar a ser prescindible ( claro que si vives en una urbanización en medio de la nada sin casi transporte público ... o tienes hijos pasa a ser una necesidad ).
En mi opinión lo importante es la salud, lo demás ya se va solucionando sobre la marcha ....( con un poco de suerte ).

Un saludo.

YOYAYOYYAYA dijo...

Muchas gracias. Opino lo mismo ojalá las cosas fueran distintas pero la vida que nos ha tocado vivir es esta, mientras no se pierda el norte y rompas el dicho de " cuanto más tienes más quieres " todo va bien

Jose dijo...

Bueno, yo conocía el texto, pero cambiaba el café por una cerveza.